Cuando tenía ocho años vi una película muy vieja de amor y ahí empecé a soñar. Soñaba que algún día iba a conocer a alguien tan lindo como el actor, con esa sonrisa, y que me iba a besar con esa canción de fondo. Pero tenía un problema, yo no era linda como la rubia de la película. Entonces, sabiendo que no iba a poder cumplir este sueño, seguí soñando.Pero yo sé, sé que el chico de la sonrisa linda nunca se fijaría en mí. Sé que nunca nos vamos a besar con esa canción de fondo.¿Y si algún día el sueño se hace realidad? ¿Y si alguna vez el chico de la sonrisa linda también sueña con besarme con esa canción de fondo?Una mentira, eso es el amor. Una mentira con mucho marketing. Porque desde chiquitas nos hacen ver películas, cuentos, historias de amor… nos hacen creer que el príncipe azul tiene ojos celestes, existe ¿y sabes qué? No existe.
132 veces vi esa película. De chiquita siempre soñaba con que algún día me pase eso. Pero el amor que te muestran ahí no existe. La vida es una porquería. Nadie ama de verdad, nadie ve ni escucha a nadie de verdad.Nos disfrazamos, armamos personajes y vivimos amores de película copiando todo lo que veíamos de chiquitos.Como en las películas… la música suena de la nada, un hogar a leñas de fondo y nos creemos que ese es el amor.El amor… todo gira en torno al amor. Pero el amor es para unos pocos, para esos que pasan el casting de galán y heroína. Para mí no, yo lo miro en películas nada más.
Igualmente hay veces que no es tan así. Entonces para que digo todo esto?
Para que sepan que aunque no creo en el amor, sigo llorando con películas románticas y sigo soñando con el príncipe azul, con quien comer un chocolate al lado de un hogar a leñas y que me bese con una canción de amor de fondo.