Cielo arriba, suelo abajo, pan de trigo luz de neón.Yo aquí vivo, quinto piso, no consigo sonreír. Y la tele es un revólver y el vecino es un caníbal. Como yo hay tanta gente por la calle disimulando la amargura; hay tantos lunes que los viernes están armando sindicatos. Para acudir a la fortuna te venden dioses novedosos para encontrarse y este septiembre tan enero y esta sonrisa tan llorona.